La vida tiene sus opciones. Podemos seguir el camino de Cristo: caminar en la verdad y buscar amar y servir a quienes están cerca de nosotros. O podemos optar por aprender las lecciones de la vida de la manera más difícil: careciendo de sabiduría y discernimiento y tomando malas decisiones repetidamente. El camino de la sabiduría nos guiará a través de los diferentes desafíos y fases de la vida, llevándonos a vivir para la gloria del Rey Jesús.
¿Cómo se ve el camino de la sabiduría en cada década de la vida? Considere el siguiente esquema:
- En la adolescencia aprendemos el autocontrol
- A los 20 años, aprendemos una trayectoria piadosa para nuestras vidas.
- A los 30 aprendemos a presentar nuestros planes al Señor
- A los 40 aprendemos a invertir en la próxima generación
- A los 50 aprendemos a multiplicar una influencia fiel
- A los 60 aprendemos a dejar un legado
- A los 70, aprendemos a ser mayordomos del reino
- A los 80 aprendemos a terminar bien
Para algunas personas, este proceso será como crecer como líder: aprender a liderarse a sí mismo, luego liderar a otros, a organizaciones, etc. Para otros, será como crecer a través de diferentes fases de la vida: aprender a vivir fielmente como hija, luego esposa, madre, abuela, etc. Para los líderes, las abuelas y todos los demás, necesitamos ayuda para aprender estas lecciones. Pero ¿cómo se aprenden estas lecciones?
Podemos aprender de la Palabra de Dios, de nuestros pastores, familiares y amigos, por supuesto. Pero otra relación crucial, que creemos que está infrautilizada, es la de mentor. ¿Qué mejor manera podría haber de crecer en sabiduría, carácter y habilidades para la vida que aprender de alguien más adelante en el camino de la vida? Luego, una vez que los hemos aprendido nosotros mismos, tenemos la oportunidad de dar la vuelta y transmitirlos a otros.
En otras palabras, la tutoría es importante.
QUÉ
La tutoría es una guía divina para toda la vida. Como cristianos, es la tarea de ayudar a otros a poner la totalidad de sus vidas bajo el Señorío de Cristo.
OMS
La tutoría requiere un mentor que ama a la próxima generación y cuya vida vale la pena imitar. También requiere un aprendiz que está ansioso por aprender y crecer. Ir solo no es sabio (Proverbios 18:1). Construir una red de experiencia y sabiduría a la que recurrir puede beneficiarle a usted y a los demás.
DÓNDE
La tutoría puede tener lugar en cualquier momento y lugar. Idealmente, la tutoría se lleva a cabo dentro de una iglesia local. La tutoría también puede tener lugar en la comunidad cristiana, las amistades y el mercado.
¿QUÉ PASA CON EL DISCIPULADO?
Creemos que la tutoría es una forma amplia de discipulado. Se distingue porque abarca toda la vida: espiritual, financiera, relacional, todo.
Esto es mentoring, y es nuestra pasión y proyecto.